Tras analizar las ventanas de origen, nos dimos cuenta de que, a pesar de no ser muy antiguas, permitían las entradas de aire.
Las entradas de aire en las ventanas permiten que entre el frío de la calle al interior y se escape el calor del interior de la casa.
Los problemas de ruido eran evidentes, la casa está situada frente a una carretera con tráfico alto y contigua a la huerta por lo que la sensación de frío era mayor.
Sustituimos las ventanas de los dormitorios por unas nuevas equipadas con rotura de puente térmico (o rotura térmica). En concreto la serie ALG-55 RPT que incorpora una pieza de foam en su interior que las hace extra aislantes. De esta manera solucionamos el problema de la humedad del ambiente.