Parece que los días de lluvia y frío han llegado a su fin. Con la llegada del buen tiempo tenemos que tener la casa preparada para las tardes de sol.
Y como no, contar con un buen toldo es fundamental en cualquier casa para protegernos del calor de los meses estivales.
Pero a la hora de elegir lo que más nos conviene, surgen las dudas: ¿Qué tipo de toldo necesitamos? ¿Un toldo mecanizado, un toldo vela? ¿Qué lona elegimos?
Muchas son las incógnitas que surgen pero lo cierto es que hay un toldo perfecto para cada tipo de persona.
Tipos de toldos:
1. Toldos «varanda»: se sujeta en la propia fachada pero carece de brazos. Lo que sí que tiene son unas guías laterales que suelen anclarse en el suelo y así el toldo tiene cierto recorrido. Cuando se extiende la tela queda recta o con cierta inclinación -según sea el diseño- y son muy estéticos. Son los más minimalistas del mercado porque apenas se ve el mecanismo ni la sujeción.
2. Toldos «vela»: Este tipo de toldo protege del sol, pero no lo esconde del todo. Su estética recuerda a las velas de un barco pero en sentido horizontal, y crea ambientes muy bonitos y cálidos. Lo puedes utilizar cuando la terraza no tiene grandes dimensiones y la lona la puedes encontrar de muchos materiales.
3. Toldo «extensible»: Es un toldo muy práctico, que se puede hacer a la medida de la terraza o ventana y su gran ventaja es que es extensible, así que se puede regular hasta dónde queremos llevarlo.
4. Toldo «pérgola»: Esta tipología de toldo tiene que ir siempre sujeta a una estructura de pérgola. Lo bueno es que se puede adaptar a la medida deseada y lo mejor de todo es que podemos instalarla en cualquier parte del porche o del jardín. Luego, solo hay que elegir la tela que cubrirá toda la estructura. Estéticamente son muy bonitos y hacen su función a la perfección.
5. Toldo «cofre»: Este modelo es altamente eficaz y te mantendrá protegido del sol y de las miradas de algún curioso o vecino. La ventaja de este tipo de toldo es que cuando se recoge se crea una especie de cofre, como si guardáramos el toldo en una caja y se cerrara. Así queda totalmente protegido de la climatología. Funciona con un motor o bien de forma manual, según lo que prefieras. Es perfecto para balcones o terrazas de pequeñas dimensiones.
6. Toldo de «brazo invisible»: Si quieres cubrir una parte de la terraza, la piscina o el jardín puedes optar por uno de los más sencillos: el de brazo invisible y brazo extensible. Es muy cómodo y totalmente replegable. Es una alternativa muy buena ante el toldo fijo porque lo puedes enrollar, extender o guardar cuando quieras.
¿Con cuál de todos los toldos te quedas?